viernes, 20 de mayo de 2011

miedo.


¿Qué hace que siguas durmiendo al lado de un tipo así?  Le dije a Elena, ella me miró. Se le pusieron los ojos brillantes. Pude ver la piedra que le bajaba por la garganta. Se contuvo. Me contuve ¿Qué podía saber yo?, sólo que eso que estaba pasando, no está bien, definitivamente, no está bien. Esa noche tomamos vino y escuchamos a Prodan toda la noche. A veces se olvidaba de lo que estaba pasando, se alcanzaba a reír de alguna cosa, pero era un ratito. Y le volvía esa mirada. De mierda. De mierda, no por fea… Elena es una mina muy linda. Es de mierda porque su mirada no es feliz. Ella no está feliz. Esta atrapadísima. Encadenada. Sucumbida. ( y todos los sinónimos que se te ocurran) por un tipo que no le hace bien. A nadie le podría hacer bien un bestia así.

Lo único que podía pensar, era cómo haces para dormir al lado de un tipo así. ¿Con qué cara lo miras cuando duerme? ¿De asco? ¿De miedo?, de miedo seguro.

A mi mamá también le tocó casarse con un bestia así, era muy joven me contó. Pero a ella ya no se le llenaban los ojos de lágrimas al contarlo. Sólo de asco, y un poco de poder también. Me contó que un día, sin decir nada a nadie, hizo su bolso, se llevó lo que pudo y cerro con llave el departamento de Vicente López que compartía con un bestia así también, igual que el de Elena.


1 comentario: