domingo, 20 de febrero de 2011

Limpiaba los vidrios con alcohol

Ayer pasé por la Gral. Acha y Mitre. Ahí  vivía mi abuela. Ya hace como diez años se mudó. 5to. 22. Su casa, en la que un tiempo viví. Todavía me acuerdo su número telefónico. El portero gordo, don Díaz, y su esposa a la que le cortaron una pierna.
Me acordé de las manos de mi Nona, usaba las uñas color peltre. Fumaba desde que se despertaba. Marlboro box. 2 cajas por día. Me acordé de sus manos haciendo pulpetas un sábado a la mañana. También de las galletas boca de dama. La granadina y la soda en botella de vidrio color verde. También me acordé que jugaba al quini 6, de las tortillas de espinaca que me hacía. Sabía cómo regalonear a sus bisnietos.
Yo tenía 7 años cuando vivimos un tiempo con mi abuela y mi nona. Mi hermano, Juan Manuel, todavía no nacía y la casa sin terminar. Yo dormía en una pieza con mi abuela. Siempre veíamos películas tipo Daniel Steell y comíamos ‘after eight’ antes de dormir.
También estaba la Ema, su empleada, casi vivía con nosotros. La que más me mañoseaba. Yo me la pasa con ella, mientras hacía cosas como limpiar los vidrios con alcohol, planchar, o ver novelas. Yo mientras tanto me gustaba dibujar. Yo le decía que cuando fuera grande, iba a ser pintora y ganar mucha plata y ahí la iba a llevar al Caribe. Todos los 31 de mayo, me llama y pregunta si ya soy pintora.

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